23.01.2020
La capital de la moda volvió a reunir las tradiciones más antiguas y artesanales de este arte con las propuestas más modernas y vanguardistas de la alta costura. Aquí repasamos las tendencias que marcaran la próxima temporada.


SCHIAPARELLI

Daniel Roseberry, actual director creativo de la firma italiana, apostó por un surrealismo controlado. Los juegos de transparencias y la infinidad de adornos en pedrería dieron a la marca un toque más masculino de lo habitual, sin dejar de lado sus icónicos vestidos de volumen XXL, que convirtieron a las modelos en verdaderas flores a base de capas y que seguramente pronto veremos en la alfombra roja.


También se presentaron múltiples versiones del traje sastre, muchas de ellas con claras reminiscencias ochenteras.


 

DIOR

El feminismo volvió a tomar el museo Rodin. Para esta edición del París Fashion Week, Maria Grazia Chiuri ha contado con la colaboración de la artista estadounidense Judy Chicago, quien se encargó de toda la escenografía, repleta de carteles con frases como “¿Qué pasaría si las mujeres gobernaran el mundo?” o “¿Y si Dios fuese mujer?”.


Dichos enunciados dieron paso a un desfile de auténticas diosas enfundadas en oro y coronadas con accesorios que emulaban laureles. Las telas ligeras, como el tul y los cortes helénicos, caracterizaron la colección tan minimalista como etérea, donde destacaron los pequeños bordados en dorado y los plisados.


 

RALPH & RUSSO

Esta temporada, la firma con sede en Londres celebró una década en la industria de la moda. Como parte de sus celebraciones, su directora creativa se inspiró en su Australia natal, azotada en los últimos meses a causa de los incendios forestales y sequías, para presentar sus nuevas propuestas de alta costura.

Tamara Raplh aprovechó también la ocasión para revivir los diseños más exitosos de la marca a lo largo de su historia. El traje de tweed y el de seda, el vestido con corsé y los de fiesta sin tirantes fueron algunos de los protagonistas de la pasarela; mientras que los lazos, las flores y los flecos fueron los adornos recurrentes en creaciones más románticas, llenas de volumen y transparencias.


 

GIAMBATTISTA VALLI

El diseñador italiano cambió el tradicional desfile de alta costura por una exposición efímera (solo estuvo abierta al público por tres horas) en los Jardines de las Tullerías. Sin embargo, no es la primera vez que Giambattista Valli recurre a esta fórmula. Hizo lo propio en julio pasado, con motivo también del Paris Fashion Week Haute Couture.

Tal parece que el modisto romano ha resuelto que sus voluminosos vestidos, delicadas faldas y su maestría con los plisados lucen mejor en maniquís estáticos y de colores que transitando sobre la pasarela.


 

CHANEL

Para su más reciente colección, Virginie Viard se ha remontado a los orígenes, pero no de la firma, sino de su fundadora. La diseñadora viajó al pasado para recrear el ambiente que más marcó a Coco Chanel: la abadía de Aubazine, bajo el techo de cristal del Grand Palais. En efecto, la estética colegial dominó el desfile, con faldas a la altura de las rodillas, tableros, cuellos Peter Pan y juegos de blanco y negro.

Un detalle que llamó poderosamente la atención de los asistentes fueron las medias blancas que llevaron las modelos combinadas con zapatos planos. El tweed, menos presente que en otras oportunidades, tampoco faltó, como tampoco la novia al cierre, esta vez con un vestido camisero midi.


 

ARMANI PRIVÉ

La colección de alta costura de Giorgio Armani tuvo como tema central el estampado Ikat. Este patrón textil, similar al tie dye, ingresó a la moda occidental a través de los viajeros hippies de la década de 1960 y ahora tomó la pasarela de la casa italiana. Las chaquetas fueron la pieza clave del desfile: con manga corta o larga, con cierre y sin botones.

De esta forma, Armani logró vestir a la mujer trabajadora en su faceta más sofisticada, pero también consiguió crear vestidos originales y dignos de alfombra roja. Ese fue el caso de los diseños largos, con falda de gasa y pedrería, flecos o bordados primaverales.


 

GIVENCHY

Inspirada en los jardines de su tierra natal y la apasionada pluma de Virginia Woolf, Clare Waight Keller dio forma a su nueva colección: una carta de amor de una mujer a otra. Para esta temporada, Givenchy presentó sus propuestas románticas, con detalles de volantes a modo de flores, plisados e, incluso, sombreros XXL.

Para cerrar con broche de oro, la modista británica vistió de novia a Kaia Gerber, con un diseño off-shoulders y con flores bordadas, que remataba con un nuevo accesorio que difícilmente podemos determinar si se trataba de un velo o tocado.


 

ELIE SAAB

Contrario al resto de diseñadores que parecen querer orientar sus nuevas creaciones de alta costura a la ropa de día, el diseñador libanés continúa apostando por lo que mejor sabe hacer: vestidos de cuento. Para su reciente colección, Elie Saab se transportó hasta el antiguo México, del que extrae bordados y remates dorados. Esta vez, el elemento principal de las prendas –llenas de lentejuelas, brocados y pedrería– estuvo en los escotes y sobre todo en las mangas, que destacaron por sus volúmenes y el uso de volantes.


 

VALENTINO

Pierpaolo Piccioli se sumergió en su propio mundo onírico que, con toques surrealistas, parece ocurrir al fondo del mar. Peces, corales y colas de sirena fueron el único motivo común en una colección que, más que el fondo, exploraba las formas. Faldas con volúmenes, volantes, plisados y lentejuelas a modo de escamas se combinaban con pantalones tipo harem y faldas midi. Los detalles abullonados y las transparencias también dibujaron las nuevas creaciones del italiano.

 

JEAN PAUL GAULTIER

Sin duda, la cita más esperada del calendario. Tras cinco décadas, Jean Paul Gaultier se despidió de la moda para siempre y por todo lo alto: una ambiciosa colección compuesta por más de 200 tenidas.

El espectáculo en el Teatro du Chatelet arrancó con una secuencia de la parodia del mundo de la moda del fotógrafo William Klein en 1966. A partir de ello, las musas del diseñador –Karlie Kloss, Yasmin LeBon, Dita von Teese, Coco Rocha, las hermanas Hadid e Irina Shayk– salieron a la pista con los básicos que la firma ha convertido en alta costura y que han hecho historia en la industria: corsés, la camiseta marinera, faldas para hombres, sastres, prendas recicladas, camuflaje y un traje de luces combinado con unas zapatillas de ballet.

Todo eso es Gaultier y todo estuvo representado a modo de homenaje personal en su última pasarela.

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